sábado, 20 de junio de 2009

La radioactividad de Costa Rica

¡Duh! (prestado de Homero Simpson) ¡cada ciudad tiene su propia luz! Aquí en Miami, la luz me resulta muy intensa, cegadora. La luz varía de intensidad, lo sé. Pero en Costa Rica -y estoy siendo lo más subjetivo que puedo ser- la luz es más piadosa, sutil, incluso hechizante. Es obvio que estoy siendo terriblemente parcial.
Lo que es cierto es que, en este momento, desearía vivir en una casa sencilla rodeada de árboles frutales, a la sombra de una montaña o volcán, esperando la lluvia, respirando el aire puro del campo, jugando con mi hijo e hija al aire libre, comiendo casados vegetarianos, y oyendo Super Radio, "la radioactividad de Costa Rica". Dicen (no me pregunten quién) que un artista inventa su propio mundo. Tal vez he empezado a pintar con palabras un cuadro de mi vida futura.

2 comentarios:

  1. hola hola...
    Yo pienso algo parecido, pero con una refri siempre llena de frías :-)
    saludos

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  2. Socio, qué gusto verlo por este lado. ¿Cómo la está pasando allá en Japón? Un post suyo sobre "bocas" y cervezas en un sushi bar me dejo con las babas afuera. Por cierto ya no soy vegetariano porque comencé a consumir pescado y mariscos, creo que en parte por un recién descubierto gusto por el sushi.
    Es cierto, ¿cómo pude dejar por fuera un refrigerador lleno de cervezas de mi hogar idealizado en Costa Rica?
    Saludos a la distancia, Carlos.

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