martes, 30 de junio de 2009

Fuego negro


Soy un ser inmundo. Y tengo sueño. Hoy es el día de pagar la renta. Y soy un caballo desbocado. Ojeando el libro de Tadao Ando. Sé que viene agua profunda, pero ya no hay marcha atrás. Me siento agotado. El oído izquierdo me duele un poco, apenas como recordatorio. Mis hijos me miran desde las alturas como lotos puros, y yo los miro desde abajo, sumergido en el fango. Hoy no podría darle la cara a mis hijos. No me queda una pizca de ánimo.
Será mejor ir a dormir un rato, el cansancio no es un anuncio gratuito.
En este cuerpo quedan las ganas de hacer la cosas bien. La oscuridad se extiende a veces como un fuego negro. Cansado.

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