miércoles, 23 de septiembre de 2009

Salto de otoño

Dénme un encierro de paredes altas, la sombra de un techo, silencio, y una brisa suave revolcando hojas secas en un patio a media luz, y tendré una casa.
Lo que más me disgusta de mí en este momento es que me como las uñas, que soy presa del miedo con facilidad, y que me falta determinación para superar la curva ascendente de la mediocridad. También me disgusta que sea tan apegado a la estimulación de los sentidos. En el mundo hay más Sísifos con rocas que montañas por donde subirlas. Ahora temo tanto las consecuencias inescrutables de los actos más insignificantes, como aniquilar una hormiga.

Cada día
un salto al vacío
en un mundo al revés.

1 comentario:

  1. Hay momentos de momentos en nuestras vidas, y no creas acciones insignificantes a veces tienen grandes repercusiones en nuestras vidas.
    Saludos

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